El Blog de Mònica Cabrejos

Toda autobiografìa es ficcional y toda ficciòn es autobiogràfica. Por tanto; cualquier parecido con la realidad es coincididencia.

Saque usted sus propias conclusiones.

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miércoles, 6 de marzo de 2013

AMAMOS A LOS CABRONES





MALOS y TAN SEXYS. ¿POR QUÈ?



 Escena I – Sábado 2.00 pm

LUJOSO RESTAURANTE TRADICIONAL CON VISTA AL MAR.


Mi amiga Esmeralda me invitó a almorzar a un restaurante de comida criolla con precios impagables (cargado a su tarjeta de crédito). El motivo exclusivo de nuestra reunión era para conocer las penas amorosas que -la dulce y siempre optimista chica - estaba pasando en una extraña relación con un hombre indescifrable, durante los últimos seis meses.

Aquella tarde soleada, ni el buen vino ni el lujo que nos rodeaba pudieron mitigar sus dudas ni tampoco su curiosidad. Su estado de perturbación era tal que no le permitió disfrutar con placer de su exquisito y refinado plato (de 85 soles).

Buscaba en mí respuestas que ella misma ya sabía de antemano.

Él es un hombre de negocios de 34 años, soltero y sin ganas de un compromiso formal; ella es oftalmóloga de 29 años con ganas locas de vivir una historia de amor verdadero la cual deberá tener como final su boda. Sueña con casarse de blanco en una iglesia colonial, con muchos invitados y bailar el vals sobre las nubes del amor.                                                                   


El contraste de ambos puntos de vista ha ocasionado en Esmeralda un estado de ansiedad y de incertidumbre sobre cuál es el problema en ella. El galán es un hombre de mundo con un evidente complejo de superioridad quien busca en todo momento validar su condición de varón menospreciando a mi dulce amiga. Cada vez que puede crítica sus accesorios  diciendo que son “baratos”, compara a mi amiga con otras mujeres quienes asegura tienen mejor físico y en el colmo de males ha intentado hacerle de Cupido con su propio chofer (por cierto está muy sexy el “driver”). Le hace saber que sale con otras mujeres, le enseña fotos y hasta tiene el descaro de enviarles mensajes frente a los ojos de la desilusionada Esmeralda, quien ha empezado a dudar de ella misma.

Cuando me pregunta el porqué de esas actitudes hacia ella, la razón de su constante menosprecio y la respuesta del porque él no pasa tiempo con ella en lugar de andar de “pipiléptico” con otras (quienes son “delivery” según su cobarde confesión), la respuesta es muy simple. –“Simplemente no te quiere Esmeralda -. El consejo es evidente –Déjalo de una vez. Quien saca lo peor de ti, no merece estar a tu lado-.

Algunas horas después, Esmeralda me envío -vía WhatssApp- información de último minuto de sábado: El galán la llamó y ella fue corriendo a darle el encuentro a un bar dónde estaba reunido con unos amigos.


Escena II Lunes 5.30 pm

CAFETERÍA CON AIRE ACONDICIONADO Y WI FI


Otra típica conversación de amigas, alrededor de una mesa con frapuccinos y bizcochos de manzana. Mi amiga Vicky está pidiendo auxilio emocional.

Acaba de abrir la  tablet de uso compartido  y (según ella de manera casual) el Facebook de su enamorado por consiguiente .Se ha Llevado tremenda sorpresa: Una hot conversación con una compañera del trabajo de él, según el historial de la conversación se puede deducir han vivido mucho más que un idilio. 

Viky es una mujer muy guapa, con una presencia que se deja sentir. Su caminar es imponente, fuerte y seguro. No hay caballero que no desvíe sus ojos al verla, sin embargo se siente insegura de sí misma en cuanto a su relación de casi dos años con un enamorado (32)  quien no valora todos los sacrificios que ella hace porque la relación funcione. Este ampay no es el primero, han sido varias las ocasiones cuando ella ha encontrado indicios de infidelidad. Por ejemplo, la boleta de hostal, labial en la camisa, teléfonos de mujeres y olores femeninos en la ropa. Sin embargo, insiste en la relación. Cuando me pregunta qué hacer, mi respuesta es obvia. –Déjalo y sigue tu camino Viky-.


Ella asegura que con amor él cambiará su conducta.  

*

A través de mis experiencias personales y conversaciones con muchas mujeres sobre hombres y relaciones puedo concluir que nos gustan, atraen, enloquecen y fascinan los chicos malos. Hombres rebeldes, inmunes al amor, autosuficientes y perversamente atractivos. Especímenes masculinos irresistiblemente malos, crueles e inalcanzables quienes nos dejan con el corazón roto, las ilusiones deshechas, la autoestima en el suelo y resentidas con el resto de la especie masculina.   Además sentimos una fascinación (exclusivamente femenina) por las relaciones imposibles.   Y digo exclusivamente femenina porque los varones son muchos más pragmáticos en este aspecto, si una relación no funciona, si la pareja les engaña o les desprecia con bastante simpleza dan por terminada la relación. En cambio las mujeres nos de aferrarnos a los imposibles, somos de esperar el milagro divino y soñamos con transformar una relación tóxica en una saludable. Convertir a ese chico malo en bueno, noble, dócil y muy fiel compañero de nuestras vidas.


 Este tipo de hombre nos lleva a vivir un constante sube y baja emocional, nos hace vibrar y sentirnos vivas paseándonos por sentimientos intensos como la tensión, el riesgo, la sorpresa y el drama (tan necesario en la vida de las mujeres intensas).Todavía no hay un diagnòstico concreto del porque nos enredamos emocionalmente justamente con hombres sexualmente infieles, de gran ego, con aires de superioridad e indiferentes; probablemente sea por que inconscientemente los consideremos más fuertes e irresistiblemente varoniles al quererse más a sí mismos y no permitir que una mujer domine sus vidas.

Hagamos un mea culpa, nosotras no creemos en los imposibles. Los desafíos nos fortalecen, cuanto más imposible e inalcanzable es un hombre más pasión nos despierta; y en esa férrea voluntad de lograr lo improbable es cuando sucumbimos ante un chico malo.  Cuando un hombre nos deja plantadas, ignora, ningunea, miente y engaña con otra, sentimos que es una prueba ante nosotras mismas, nos encaprichamos en no renunciar a lo dañino y finalmente entramos en un laberinto donde nuestro lado emocional domina al racional. 


Cuál será el grado de nuestra patología emocional que incluso existen estudios e investigaciones realizadas para encontrar una causa física a esta extraña atracción por los chicos malos. Una teoría (de la Universidad de Texas en San Antonio / EE UU) sugiere que durante la ovulación, las hormonas afectan el criterio.  “Bajo la influencia hormonal de la ovulación, las mujeres se engañan al pensar que los chicos malos se convertirán en compañeros dedicados y buenos papás. Al mirar al tipo sexy a través de las gafas de la ovulación, el señor incorrecto se ve exactamente igual al hombre perfecto".

Independientemente de cualesquiera sea la razón de esta extraña atracción por los chicos malos, la clave está en saber renunciar a lo imposible y lo no viable.

Entiendo que nos vuelvan locas los hombres arrebatados, emocionantes, impredecibles, mal educados, de personalidades fogosas y ardientes, pero es mucho más saludable estar al lado de un chico amable, noble, con una vida predecible y hasta aburrida.   Aunque a veces nos parezca tedioso vivir la vida sin la mala costumbre de estar constantemente al borde de un abismo emocional. 


Busquemos la felicidad al lado de un C.A.B.A.L.L.E.R.O, un hombre Cariñoso, Amable, Bueno, Amoroso, Leal, Lindo, Erótico y lo más importante Orgulloso de su mujer.

El hombre que toda mujer merece.   


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